Madrid, 26 de mayo de 2020
La Junta Directiva de la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo, A.R.T.E., organización profesional que agrupa a más de 270 profesionales: managers y apoderados, representantes artísticos, agentes de zona, gestores de recintos de conciertos y espacios escénicos, promotores y directores de festivales. Y cuyos asociados representan a la casi totalidad de los artistas españoles y extranjeros que trabajan en España, a las orquestas y a la mayoría de medianos y pequeños espectáculos, que realizan los festejos populares y programaciones culturales de las ciudades y pueblos de toda España, a través de Ayuntamientos, Comisiones de fiestas, y diversas Corporaciones y Organizaciones Locales. A la vista de la insuficiente información sobre la puesta en marcha de nuestro sector, a penas tenido en cuenta en el proceso de desescalada, MANIFIESTA la necesidad imperiosa y extremadamente urgente de conocer cuándo y cómo se podrá poner en marcha nuestra actividad.
La desinformación y falta de respuesta sobre la reactivación de la actividad agrava las consecuencias de la crisis provocada por la excepcional situación que vive nuestro país.
Cuando nos referimos a los espectáculos en directo, no podemos pensar solo en las grandes giras y en los grandes festivales, que no obstante también hacemos, como es lógico. Detrás de todo ello hay una industria que genera más de 300.000 puestos de trabajo. La mayoría en pequeñas y medianas empresas que a penas tienen visibilidad pero que son el motor del espectáculo en directo y de la actividad cultural de nuestro país. Una industria que mueve 29 millones de espectadores, con una tendencia al alza en la recaudación en los últimos años entorno a 360 millones euros por venta de entradas y una facturación generada en conciertos gratuitos organización de festejos populares y certámenes de grupos emergentes y músicas alternativas y minoritarias y orquestas de baile por encima de los 800 millones de euros.
Un sector que ya estaba en crisis en 2008, que empezaba a remontar por méritos propios y que ahora está abocado a una crisis insalvable.
El espectáculo en directo no es un mero entretenimiento, somos una industria que representa el 3 % del PIB. Si a ello le sumamos el retorno que nuestra actividad genera y la sinergias que provoca con otras industrias como es la del turismo, trabajo, transporte…, la industria cultural debe tenerse en cuenta. Más aun debería ser un sector estratégico en un país democrático, ya que la cultura vertebra una sociedad libre.
Si la industria cultural no forma parte de los puntos esenciales de atención en esta desescalada, el resultado será la desaparición y cierre de empresas, la disminución de la programación estable, el retroceso en la actividad cultural, y repercutirá en el derecho del libre acceso de los ciudadanos a la cultura.
Vivimos de nuestro publico, de los millones de ciudadanos que asisten a nuestros espectaculos. Los mismos ciudadanos que acuden al resto de actividades autorizadas por protocolo. Necesitamos que los ámbitos de actuaciones sean equiparables, justos y absolutamente claros. Ni nuestro sector, ni nuestra industria, ni nuestras familias que viven de nuestro trabajo se merecen que no se les considere así.
Por supuesto para todos nosotros lo primero es la salud y es primordial garantizar la seguridad de nuestros espectáculos, de los espectadores, de músicos, artistas y personal técnico. Pero para poner en marcha nuestra actividad con esa garantía, necesitamos respuestas, y las necesitamos ya.
Cuanto antes podamos reactivar nuestra actividad, mayor repercusión tendrá económica y socialmente.
El espectáculo en directo, es cultura, es industria, es economía, es un derecho.
Junta Directiva de A.R.T.E.